CUENTOS DEL AULA 4TO A SEC: CONCURSO 2021

                                              CUENTO 2

                                   EL ÁRBOL DE LA VIDA 

En una noche despejada alrededor de una fogata, juntos a mis amigos, solo yo escuche unos fuertes rasguños adentro del bosque como si se tratara de un pequeño animal, pero no le tome importancia. Al llegar la hora de dormir estando ya en la carpa, escuché unos suaves susurros llamándome a aquel lugar, tuve que salir y vi unas pisadas que me guiaban a un lago cerca de la carpa, al llegar vi un gran árbol con ramas viejas y caídas, al acercarme se comenzó a mover, saliendo de este una gran criatura de delgada contextura con largas ramas como si fueran garras, sentía un intenso calor golpeando mi cara mientras este respiraba, me quedé congelado, intenté correr, pero el miedo me había consumido, decidí cerrar los ojos e ignorar a la temible criatura, al abrirlos este se había marchado, corrí lo más rápido que pude al campamento para avisar a mis amigos, pero al llegar no lo podía creer.
Hojas cubiertas de sangre alrededor de una fogata, gritos que se hacían cada vez más fuertes, un camino lleno de árboles cada vez más estrecho, me sentía perdido, todo a mi alrededor daba vueltas; entonces todo se paró. Rostros traumatizados, rasguños en las carpas, cada vez que miraba a mis amigos en el suelo, podía escuchar suplicas, clemencia, palabras con miedo de morir. Con odio y ganas de vengarme, quise regresar al lago para destruir a la criatura que seguramente había sido el responsable de esto. Entonces volví a escuchar los rasguños, con temor y angustia me dirigí aquel lugar oscuro, detrás de la acogedora carpa que podría haber sido mi tumba, para solo ver al mismo viejo árbol con sangre en las ramas, una desquiciada sonrisa y unos ojos con deseos de matar; corrí a tomar un hacha en una de las carpas para acabar con el asesino de mis amigos, pero la criatura con un simple soplido creó un ambiente lleno de niebla y tensión, con aun más oscuridad que podía propiciar la noche, en la desesperación grité: “¿Por qué no terminamos con esto?”, entonces sentí un áspero rostro posarse en mi hombro, mientras me acariciaba el rostro susurrándome al oído: “Porque soy el árbol de la vida, solo les doy a sus pobres almas la libertad que desean, al estar envueltos en las cadenas de la vida” “¿En serio crees que soy la peor criatura de este mudo? No sabes de lo que es capaz la vida con su gran golpe, aún no sabes lo que es más fuerte, los golpes de la vida o las caricias de la muerte”.  

Entre la desesperación y el deseo por vivir, tomé el hacha, golpeando una y otra vez a la gran criatura, entre cada golpe salían de este unas filosas astillas con la velocidad de una bala, me sentía en la posibilidad de matar a la criatura, hasta que esta me atravesó con una de sus ramas. Con la poco fuerza que me quedaba comencé a arremeter varios golpes contra la criatura en una de esas cortan su cabeza.

Yaciendo los 2 en el suelo, observe como la criatura se pudría llegando a desaparecer, con una mirada hacia el cielo despejado, mientras unas lluvias de estrellas me guiaban hacia una luz. Me pregunté: “¿Llegué al final? ¿Estoy… en el sueño eterno?”.

                                                                                                                        Jeff C. Coby