CUENTOS DEL AULA 1ERO A SEC: CONCURSO 2021

                                          CUENTO 1

      LIBERTARIA Y LOS GUERREROS DE HOJALATA

Hacia miles de años, existía un gran país denominado “Libertaria” en el cual la vida era “la mejor de todas…”; El país era resguardado por un muro blanco impidiendo la salida y entrada; en donde los humanos nacían de una forma diferente de como la conocemos. De las pepitas de oro que se encontraban los cultivaban en tierras fértiles, se le daba agua, nutrientes y sol, se esperaban 1 año y los “cosechaban” limpiándolos con agua rojiza de los ríos, de los que nacían medio millón, no existían madre o padre, solo hermanos. Los cuales la gran mayoría eran vendidos como esclavos y en mal estado, era pocos lo que se acondicionaba y se convertían en ayudantes de Longevus, un hombre relativamente joven de unos 57 años, alto, cabello elegante y largo, bien vestido para cualquier lugar que iba, con su cara cuadrada y amarillenta, era el gobernante de aquel gran país. Organizaba una competencia que se hacía cada 9 años voluntariamente, “Las vidas sin vida” se llamaba, en el cual los competidores tenían que hacer equipos y matar a los otros, entre uno de esos grupos se encontraba John McColin’s un joven, mediana estatura, corpulento, su cabeza era rapada y a la vez de largo vello, dedicado, obsesionado con “la libertad” y valiente. Con su hermano Gabriel el cual era flaco anémico, relajado y debilucho, lo opuesto a su hermano mayor, decían. Ellos se dirigían al campo de batalla, de medida de dos estadios de futbol, con bosques, castillos si terminarse de color amarillo ocre y una naranja como sol. Gabriel habría conocido a una chica de nombre Lucy, la cual se integraba al equipo, los dos se quedaron templados uno del otro, esto a John no le gusto para nada, la implicación de una relación amorosa lo distraería a Gabriel de la batalla;

-No es más que solo un estorbo- . Dijo en su cabeza

Dirigiéndose al campo de batalla con espadas, cuchillos y armaduras de hojalata de comida de días anteriores. En los altavoces se escuchaban: –Damos gracias a Longevus, Y que inicie la masacre--.

Cinco trompetas se escucharon; Muchas manadas de guerreros comenzaron a correr, unos con armas otro a puño limpio, pero con siempre la misma ambición, matar a otros y usar sus cadáveres como si de peldaños se tratase hasta que unos pocos lograsen salir. John, Gabriel y Lucy mataban como unos sádicos, siendo John el que más muertes ocasionaba, la sangre corría; cuando otros daban el alma, otros se escondían con la una hoja de una planta. 

Daba la noche; de los mil guerreros que se ofrecieron a matar para salir quedaron 40, en la noche estaba prohibido matar hasta el amanecer. John aprovecho en matar a Lucy, decapitándola y culpando a otro, sin remordimiento y no durmiendo toda la noche; a la mañana Gabriel vio la cabeza de Lucy, y absorto, decidió ser más perverso al matar, John se hacia el dormido y escuchaba a su hermano llorar desconsoladamente. Cuando John se “despertó” Gabriel le dio la noticia y juro vengar la muerte de su amada, su hermano mayor ni respiro.

Comenzó se escucharon la trompetas, comenzaba la última matanza, John se sorprendió al ver lo concentrado y furioso que estaba su hermano menor, Ese chico miedoso y distraído, se había convertido en todo un asesino, mataban a golpes, las nubes eran nubes moradas que reflejaban la insatisfacción y el deseo de salir de libertaria. Quedaban 10 solo diez, avanzando, cayo una montaña de nieve, los separo a los hermanos, la suficiente medida para que uno no oyera ni pudieran pasar. Una voz se escuchó uniformemente, Longevus le hablo a Gabriel y le conto que todos era observados y monitoreados por cámaras, lo sabían todo.

-De hecho tu propio hermano mato a tu querida Lucy—dijo de forma dramática y satírica; le mostro en unas de las nubes una grabación de los hechos, Gabriel se quedó en shock, no podría creerlo. Longevus quito la gran montaña de nieve.

Los hermanos se encontraron;

-¿Estas bien Gabriel?

-¿Qué?

-Tu cara esta pálida, ¿te paso algo?

-No, todo está bien.

Y se fueron a los bosques de vidrios, Gabriel no pregunto nada a John.

En la cabeza de “el flaco” no deja de escucharse las palabras que le dijo Longevus, su propio hermano su propia sangre, habría matado a quien amaba.

Los hermanos McColin’s entre un silencio crudo, se encontraba entre los arboles siendo los últimos y esperando el aviso, Gabriel seguía triste de la partida de Lucy…;

De pronto John volteo y bloqueo con una piedra una espada audaz que a milisegundos casi llega a su espalda.

-¿Qué crees que haces?

Su hermano menor le habría intentado incrustar su espada. Y de un salto impulsado de la pared intento a la cabeza, John lo detuvo con su espada.

– La mataste John…Tu lo hiciste; Gritó “el flaco”.

-Tuve que hacerlo Gabriel

-¡Mientes!--; el hermano menor estaba tan cegado por la impotencia.

-Te estaba atrasando, a los dos hermanito.

Todo esto al mismo tiempo que bloqueaba y esquivaba la espada.

-Todo esto es un juego para él -.murmuro Gabriel.

-¿Qué? - dijo intrigado John

-Todo es solo un juego para Longevus, solo somos un montón de gallos peleando y matándonos, solo para poder vivir, y darle a satisfacción con obra y voluntad misericordiosamente. Los débiles matándose entre sí, solo para dar gracia vanidad al más fuerte, es imposible salir de esta pocilga.

--Pero estamos muy cerca, podemos logr--.

--Cállate!— Interrumpió el hermano menor; Deja de darme falsa esperanzas e ilusiones nadie ha podido salir de este lugar vivo, tiraran nuestros cadáveres afuera...;

En un altavoz amarillo y con marcas oxidadas, una voz sonó;

-Un mensaje a mis dos guerreros mas fuertes, su recompensa está en la puerta principal, la que da a la salida…;

Esa voz era muy feliz y carismático, emocionado y contento, tan familiar…; Longevus le dio el mensaje.

John inspirado se dirigía a la puerta, Gabriel viendo que la única opción de detenerlo era matándolo, Gabriel dio un último espadazo. John intento desviarlo, pero la espada le dio al estómago, mientras que la espada de John dio al ventrículo izquierdo a Gabriel. En el fondo la risa de Longevus se escuchaba, Pasaban los minutos.

Yacidos en tierra fértil, Gabriel le miro asustado, casi llorando, tan aterrorizado que sus venas se le veían,

-¿Qué es una vida, si no hay quien la posea?- Pregunto el hermano menor. Nuestra vida solo fue una flor marchitándose a la sombra del viejo sol, oscura y con un solo lucro… salir de esta opacidad.

John Le miro despreocupado, sin ánimo, le susurró al oído:

-Solo vivimos para algún día morir, ya somos libres.

Broto de la tierra y pereció en la misma, no era el clásico héroe que moría por su gente, no era el terrible villano que aterrorizaba a todos y moría dejando su gran legado, solo un hombre, una persona, un ser humano, como tú o como yo. No siendo recordado por nadie. Así siendo insignificante su descenso de la tierra por los demás. Así fue como John murió.

                                                                                                                                                    -                                                                                                                      Omeprazol