CUENTO 4
JAKE Y LAS SOMBRAS OSCURAS
Una mañana como cualquier otra, Jake
salió de su casa, pero esta vez por un camino diferente. Se le hacía tarde. Era
la primera vez que iba por ese camino así que caminaba con miedo por las
terribles historias que se sabían de un callejón misterioso. Se decían que
quien pasaba por ahí desaparecía.
En ese momento se percató del anciano
que lo perseguía desde la calle anterior venía con varias bolsas por lo que
pensó que pedía ayuda así que se ofreció a ayudarlo, para él las personas eran
más importantes que él mismo. El anciano, quien llevaba puestos unos lentes sin
vidrio y la ropa desgastada, lo llevo hasta su casa dentro de un callejón, el
joven niño lo siguió con un poco de miedo hasta una puerta de metal desgastada que
rechinaba cuando el anciano la abría.
El joven es muy curioso por lo que le
dio mucha intriga ver el interior de la casa del anciano, aparte de un poco de
miedo recordando lo que decían sus compañeros sobre los callejones de ese
lugar, pero esos pensamientos fueron interrumpidos por la voz del anciano,
quien lo invito a pasar, diciendo que deje las bolsas en la mesa, asintió y
dejo las bolsas en la mesa, pero rápidamente volteo al sentir en pinchazo en su
hombro cayendo desmayado.
Horas después, empezó al abrir sus ojos
fijándose que estaba atado a una silla y el anciano a su costado riéndose, él
no entendía que estaba pasando. Se sorprendió y a la vez se asustó al ver como
el anciano se sacaba lo que ¿era su piel? Y quedaba la cara de un horrible ser,
de color morada con amarillo en sus mejillas, el cabello rojo despeinado.
El ser extraño se presentó como Tomtom, uno de
los guardias de la princesa Fresas, le explico que es el elegido para poder
liberar a la princesa de las horribles sombras que atacaban al reino, el joven
muy confundido le dijo que no iría a ningún lado y que él solo es un niño que
no sabe ni defenderse él mismo, así era muy tímido y siempre lo molestaban pero
él no hacía nada, Tomtom volvió a insistir y lo amenazo con dispararle con un
rayo láser para desaparecerlo, él joven no tuvo más opción que aceptar.
El misterioso ser lo desato y lo llevo
hacia la parte de atrás de la casa, donde se encontraba un gran árbol, el
pequeño ser toco dos veces la madera de aquel gran árbol y se abrió una pequeña
puerta, Jake todavía confundido entro dentro del árbol cayendo y gritando,
hasta aterrizar en una suave ¿algodón de azúcar? Pensó el niño, debajo de él
cayo el pequeño Tomtom que se levantó rápido y le explico que este era el reino
de la princesa Fresas, un reino dulce y literalmente, estaba lleno de dulces.
Pero para Jake al fijarse en todo no era lo mismo ahora los dulces tenían color
negro y todo se veía muy triste.
Tomtom le explico que uno de las gomitas
abrió de casualidad el jarrón amargo que era donde se mantenían las sombras
oscuras que ahora son el terror de todo el reino y tienen secuestrada a la
princesa fresas, que ahora todo el reino confía en él. Jake pasando todo lo que
le había dicho el pequeñín acepto y prometió que él salvará al reino.
Tomtom lo llevo hasta una pequeña casa y
saco una gran espada de caramelo, una armadura del mismo dulce y el jarrón
amargo que es donde atrapara a las sombras.
Jake empezó a caminar hasta el castillo
que se veía oscuro, con una gran nube negra en el cielo, siguió caminando hasta
la entrada donde había guardias que eran tabletas de chocolate, tomo aire y
corrió hasta ellos con su espada en mano dándoles cortes y derribándolos,
haciendo que un poco de chocolate caiga en su rostro ¡rico! se dijo al
saborearlo, sin darse cuenta que llegaban aún más guardias de chocolate.
Derribándolos y saboreándolos, uno tras
otro hasta que termino con todo el guardia, ahora solo faltaba lo peor, las
sombras, se armó de valor entro al gran salón donde estaban todas las sombras y
no era tan fácil ¡son sombras! ¿cómo las
vencerá? Él tenía miedo a esas sombras que había en su habitación cuando su
madre apagaba la luz, tomo otra bocanada de aire y se acercó a las sombras con
un espejo que le dio Tomtom, tenía que mostrarlo delante de cada sombra y así
atraparlos con el jarrón.
Así lo hizo, las atrapo con agilidad
haciendo se vean en el espejo de luz que los desvanecía y entraban al jarrón,
subió hasta el final del castillo y rescato a la princesa Fresas. Ella lo abrazo
y agradeció por salvar su reino, después de eso hicieron un gran festín y Jake
se quedó dormido.
Despertó en su cama ¿había sido un
sueño? Se levantó rápidamente y se miró al espejo. No, no había sido un sueño,
dijo sonriendo mientras miraba las pequeñas manchas de chocolate en su rostro.
Fin...
buen cuento , me gusto la parte en que jake despert y pensaba que era un sueño pero en verdad no.
ResponderEliminarcomentario de : JUAN JAIME
Me gusto el cuento, cuando peleo con las tabletas de chocolate
ResponderEliminarJAJA me gusto un poco que sienta la comedia la parte del anciano me dio risa aunque es un cuento por asi decirlo clasico sabe mantener cierto toque que le da el autor, me hubiera gustado un poco mas de acción ya que estabamos en un reino pero asi esta bien PD: adrian rios cervantes
ResponderEliminarBuen cuento, me gusta mucho la parte final ya que te deja con un asombro.
ResponderEliminarEsta historia es como una combinación entre esas clásicas historias para niños, pero a la vez con momentos serios y esta bien hecho y me encanta cuando el protagonista despierta y se da cuenta que no fue un sueño todo lo que vivió.
ResponderEliminarFue un cuento simple se podría decir,y pues me gustó la parte del final y ver que no había sido un sueño ,y tipo me quede pensando todo lo que había pasado.
ResponderEliminarMe gusto mucho la narración ,me encanto mas el final y como diste a entender que no fue un sueño.
ResponderEliminar-Tatiana Vergara G.
buen cuento, se parece a una crepypasta.
ResponderEliminar-Angel Utia