CUENTOS DEL AULA 1ERO B SEC: CONCURSO 2021

                                                                    CUENTO 3

                                  UN VIAJE CON LOBOS 

Hace dos años, un día de septiembre, dos mejores amigos, Melani y Cristian fueron a acampar en un bosque de pinos, que tenían que atravesar de regreso a casa para poder celebrar las fiestas con sus familias sin saber que iban a conocer a alguien especial.

Antes de ir de regresar a casa, empacaron todas sus cosas y llevaron comida para el camino, bajaron cerca de un riachuelo a recoger agua, pero, cuando estaban a punto de partir, escucharon algo entre los arbustos ¡Era una loba herida! Cristian se acercó primero, y vio a una loba con una herida no tan profunda pero que si sangraba mucho. Melani y Cristian ayudaron a la loba que se había separado de su manada y vendaron su herida. Melani y Cristian se encariñaron con ella al punto de no querer separarse.

En su primera noche, se quedaron a dormir en una cabaña que encontraron, pero comenzaron a escuchar ruidos, algo como…gruñidos. La loba, que de nombre le pusieron Alaska, comenzó a olfatear y a aullar; todos salieron afuera y se encontraron a un oso grizzli, Alaska fue hacia él y lo enfrentó; el oso recibió una mordida y tiró a Alaska al suelo. Melani busco en la cabaña y encontró un rifle con dardos tranquilizantes, Cristian llamo a Alaska para que Melani pudiera disparar, y lo hizo. El grizzli quedo inconsciente por un largo tiempo y para eso todos ya se habían ido de la cabaña y huyeron hacia unas montañas con cumbres nevadas.

Al segundo día, llegaron a las montañas donde encontraron a un zorro que quería jugar con Alaska, pero ella no estuvo de acuerdo y, en vez de jugar, fue a atacar al zorro, pero antes, Cristian la detuvo, ya que necesitaba su ayuda para pescar salmones y además le daba pena el zorro. Luego de un exitoso día de pesca, se quedaron a dormir en las montañas. Se tomaron todo el tiempo para regresar a casa ya que estaban a un día a pie; contando el tiempo para descansar y comer. Melani no pudo dormir aquella noche, así que decidió dar un paseo nocturno, Cristian la vio y fue a acompañarla. Eran las doce de la noche, ambos vieron un alce al que lograron domar y se montaron en él, llevaron cargando a Alaska porque se había quedado profundamente dormida y no sabían el porqué.

Ya siendo el tercer y último día de su viaje, notaron que Alaska estaba muy decaída. Luego de caminar mucho, Alaska se desmayó, Melani se alarmaron y no sabían que hacer, por otro lado, Cristian, ya sabía que era lo que tenía y lo que debía hacer, alguien había intentado envenenar a Alaska, y Cristian le dio un remedio casero; Melani pregunto de porque lo llevaba consigo, y Cristian respondió que siempre lo traía porque nadie sabía cuándo iba a haber un caso como ese. Melani solo le dijo que se apurase para irse rápido, ya que faltaba poco para llegar a casa, pero, de un de repente, apareció un cazador, él vivía en la cabaña que habían encontrado donde pasaron su primera noche.

Era un cazador experto que quería la piel de blanca y suave de Alaska, Melani, entre lágrimas, abrazando a Alaska le suplico que no le haga daño y comenzó a llamar a Cristian, pero no contestaba porque se había ido a la cabaña a buscar algo para ayudarlas. Melani pensaba que Cristian la había abandonado, pero él apareció detrás del cazador con un cuchillo y lo amenazó, mientras tanto Melani y Alaska escaparon hasta donde terminaba el bosque y esperaron a Cristian que dejo libre al cazador. Cuando Cristian regresó, ambos se quedaron pensando en que hacer con Alaska y luego de pensarlo mucho decidieron despedirse de ella y le dijeron que todos los veranos iban a ir a visitarla ya que sus casas estaban solo a un kilómetro del bosque.

En las fiestas, Melani y Cristian sentían que les faltaba algo y escucharon a alguien rascar la puerta, pero antes de que ellos abrieran, la mamá de Melani se les adelanto en abrir la puerta y al abrir grito ¡Lobo! Todos se asustaron, pero los mejores amigos sonrieron y recibieron a Alaska, esta vez para que se quedase y les explico a todos que no hacía nada y que no se alarmasen, todos entendieron menos el papá de Cristian, que poco a poco fue entendiendo lo mucho que le importaba a Cristian así que acepto a Alaska como una integrante más de la familia.

Esa fue la mejor navidad de Melani y Cristian, no solo porque lo pudieron pasar junto a sus familias sino porque tuvieron una gran aventura aparte de que ganaron una amiga y compañera que iba a estar con ellos en sus próximos veranos y aventuras, ya que pensaban en volver el bosque a ver que más podían encontrar…

JF & FJ