FRÍO PLACENTERO
El suelo está frio
Al igual que mis ojerosos ojos
Cuando buscan un caliente camino
Lleno de prohibidos despojos
Para protagonizar una temerosa
danza
De efímero placer, tan cálido
Que hace olvidar el gélido frio
Cuando recibe tan grata alabanza
Mi cuerpo desnudo busca la
belleza
En el placer que tanto le agrada
Mis ojos no pueden más
Se siente tan bien hacer este
vaivén
De frio a calor una y otra vez
Me enloquece mi reflejo donde
observo
Mi desordenada imperfección
Adueñarse de la vida en el
espejo
Y dejar al desanimado cuerpo
Perderse en su insaciable
lujuria
¿Acaso no conozco el placer?
¿Acaso no me arrepiento?
¿Acaso no puedo resplandecer?
¿Acaso no me siento?
Hace mucho a mi mismo no me
siento
Envuelto en el frio que calienta
mi ira
Con golpes en el pecho que
encandilan
Vientos de placer haciendo un
ciclón en mi hipocentro
TU ESPEJO
VI UN “PARAGUAS”
En medio de una noche
lluviosa me encontraba,
caminaba sin rumbo,
caminaba sin nada…
hasta que vi un paraguas,
junto a la fuente de agua.
Se veía en buen estado,
así que lo tome “prestado”.
Seguí caminando un buen tiempo,
pero esta vez acompañado,
de este paraguas que había
encontrado.
No había gotas
mojando mi ropa,
ella cubría,
bien mi persona…
-DARARA
ABISMO
Sigue avanzando en procura de su pasado,
atrapado corroe a la demencia buscando
otro bucle el cuál escapar, arrasado
por un engendro que
le sirve como alimento para ampliar
ese gran agujero quebrantado.
Por el cielo oscuro y encapotado, viaja
a pasos siniestros en lo incógnito,
la voz racional se calla,
pierde el refugio y nada lo ataja.
Habitó por mucho y olvidó quien era,
funesto, se quedó ahí y disfrutó
lo desgarrador que era,
sonrió y “sin alma” lo ahorcó.
NAEVIA
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