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sábado, 9 de julio de 2022

CONCURSO DE FÁBULA 2022 2DO B SEC.

 

EL TIGRE Y LA GACELA

Un día en las praderas de África se encontraba un tigre muy hambriento paseando a ver si se encontraba con alguna presa. En eso, a lo lejos se observaba a una gacela comiendo tranquilamente, entonces el tigre pensó en un plan para tener a la gacela de su lado y después atacarla.

Con mucho cuidado el tigre se acercaba a la gacela para entablar una conversación, hasta que la gacela escuchó un ruido en el pasto, el tigre sintiendo que lo estaban observando decide salir del lugar donde estaba, asustando a la gacela, en un rápido movimiento el tigre logró acorralar a la gacela con un muro de rocas, la gacela al darse cuenta de lo sucedido empieza a rogar por su vida diciendo.

-Oh! Señor tigre por favor, no me valla a comer, solo soy una pobre gacela, hare todo lo que me diga, pero por favor perdóneme la vida…-decía la pobre gacela llorando.

-Pero amiga gacela! Yo no te quiero comer, solo quiero ser tu amigo- decía el tigre engañándola

La gacela tan inocente cayó en su plan, haciéndose amiga del tigre.

Cierto día el felino de verdad se dio cuenta que la gacela era una buena amiga y se olvidó de su verdadero propósito que era comerla.

De pronto en las praderas se sometió una hambruna haciendo que todos los animales depredadores cacen muchos animales indefensos, el tigre que se encontraba por ahí se dio cuenta de lo sucedido y en seguida recordó su plan, trataba de buscar a la gacela desesperadamente, la encontró, se lanzó contra la gacela y la acorraló para no dejar que se escapara.

- ¿Qué pasa amigo tigre, porqué me estas acorralando, paso algo? - dijo la gacela inocente

-Lo que pasa amiga es que tengo tanta hambre- dijo el tigre pareciendo inocente, pero por dentro tenía mucha hambre.

La gacela rápidamente entendió la situación y trató de pedir ayuda, pero fue en vano, de un movimiento rápido el tigre se comió a la gacela.

Moraleja: la traición llega de quien menos esperas.

 

                                                                                                                                    Juliette 

                                                  


 LA LECCIÓN DEL ZORRO

Había una vez una familia que vivían en un parque. Estaba conformada por tres zorros, Mauricio (el papá), Sofía (la mamá) y Piero (el hijo). Está familia era muy respetuosa, excepto uno de los integrantes, quien mostraba algunas actitudes irrespetuosas.

Cierto día, Piero andaba jugando en la calle fomentando el desorden, cuando de pronto, una amable tortuga se le acercó y le dijo –amiguito, ¿Por qué haces travesuras? ¡Te puedes lastimar! a lo que Piero descaradamente contesto –¡A usted que le importa! -. Esta respuesta desconcertó a la señora y se fue sin decir nada.

 Luego de un rato, Piero estaba listo para irse, pero se le ocurrió una travesura, la cual era lanzar al piso unas canicas, pensando en que sería divertido ver como los demás animales se caían. Un grupo de liebres pasaba por ahí, sin darse cuenta de las canicas, estos resbalaron y uno de ellos se golpeó fuertemente la cabeza, haciéndose un grave daño, –JAJAJA- se empezó a reír Piero, pensando que era una buena broma, pero inmediatamente se dio cuenta del daño que hizo a una de las liebres. Se acercó a ella para brindarle su ayuda. Al cabo de un rato, este grupo de liebres fue llevada al veterinario. -¡Cómo pudiste hacer esto!- exclamó el padre de Piero. El veterinario mencionó que no habían sufrido daños graves y con una pomada se aliviarían. Las demás liebres se encontrarían bien, pero eso no quitaba la gran decepción que sentían pues habían escuchado que todos los miembros de su familia eran muy respetuosos.

A la mañana siguiente, el grupo de liebres pasaron por el parque y ahí se encontraron con Piero, el cual se disculpó, pues ahora tiene un pensamiento diferente y aprendió que sus malas acciones pueden lastimar a los demás. Las liebres no guardaron ningún rencor o resentimiento hacia Piero ya que estos sabían el gran arrepentimiento que nuestro zorro tenía. Por tanto, todas aceptaron sus disculpas. Además, se dieron cuenta que Piero cambió para bien, siendo más respetuoso y empático con los demás.

Moraleja: Trata a los demás como quieres que te traten.

                                                                                                                        ILLEA




EL PERRO Y EL GALLO

Cierto día en la mañana, un perro jugaba junto a su mejor amigo, el gallo. Eran muy buenos amigos desde hacía tiempo. En aquella granja, eran muy queridos, y todos los animales admiraban su gran amistad.

Más tarde aquel día, el granjero fue ver si todo andaba en orden como lo hacía siempre a esas horas. Grande fue su sorpresa al ver al gallo muy herido.

Al parecer, se había quedado atrapado en una red y se lastimó al intentar salir de ahí. Luego recordó que también que ya estaba algo viejo, así que fue al corral a por el animal y llamo al perro que lo ayudara a atrapar al gallo.

–Lo siento querido amigo, pero mi dueño no me deja otra opción. –Dijo el perro mientras acorralaba al gallo mientras esbozaba una sonrisa en su rostro. –

– Ayúdame a escapar, por favor. –El gallo suplicaba que lo deje ir; pero el perro ya esperaba que aquel día sucediese.

–Como lo lamento, pero ya no puedes hacer nada. –El perro se abalanzó al gallo, y dejo que el granjero lo atrapase. –

Ese día hubo tristeza en la granja, aunque el perro logró su cometido, nunca volvió a ser feliz porque sentí un gran vacío luego de haber traicionado a su mejor amigo.

 

Moraleja: "Al traicionar, siempre una culpabilidad habrá."

                                                                                                                          HONEY 

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