El
Navegante Estelar
Más allá del universo observable,
flotaba una nave llamada como la Zariman. La nave era muy avanzada
tecnológicamente, creada y diseñada para explorar los límites y descubrir
nuevos rincones del cosmos. Su capitán, Ordis, era un veterano, conocido por su
valentía e ingenio.
Una noche, mientras la Zariman navegaba
como de costumbre, un destello llamó la atención del capitán. Era un patrón que
nunca había sido registrado. Sin pensarlo, Ordis le ordenó a su tripulación que
se dirigieran al destello. Tras horas de viaje, llegaron a un lugar desconocido
del universo, donde una estructura enorme y brillante flotaba: una estación
espacial abandonada, cubierta de símbolos extraños.
Ordis y su equipo abordaron con cuidado.
Dentro, era una combinación de tecnologías avanzadas y artefactos antiguos.
Mientras exploraban, encontraron una sala central. Observaron en los
alrededores y al parecer la nave era un depósito de información creado por una
antigua civilización. Ordis descubrió que la nave almacenaba información sobre
la creación del universo, registros y, lo más importante, un mapa hacia la
“Sede de la Eternidad”, un lugar donde supuestamente te revelarían los secretos
del origen del cosmos.
Estando muy intrigado, Ordis ordenó la
descarga de toda la información. Cuando la Zariman despegó de la estación.
Ordis miraba el mapa con asombro e interés. Sabía que este viaje sería
peligroso, pero ahora con el mapa recuperaron su esperanza de llegar al
destino.
La tripulación se preparó y dio por
iniciado su viaje para conocer los orígenes del universo. Y así lo hicieron,
sin embargo, poco tiempo después de iniciado el viaje, experimentaron fallas en
la nave. La navegación dejaba de funcionar, y el nivel de energía variaba sin
razón alguna. Esto desesperó a la tripulación y su moral empezaba a decaer.
Ordis junto a su equipo, realizaron
exámenes exhaustivos y minuciosos a la Zariman, descrubriendo así que la
antigua estación que encontraron no solo servía como un banco de información,
sino que también fue diseñada como una trampa. Revisando los datos encontraron
que la Sede de la Eternidad no era un lugar de revelación donde obtendrías
información sobre el origen del universo, sino que fue diseñado como un campo
de pruebas de una civilización que temía que su conocimiento cayera en las
manos erróneas. Dentro de la información encontraron un virus encriptado que
servía para prevenir y dificultar la extracción de la información, el virus
modificó la configuración de la nave y ahora la Zariman recibía señales que
alteraban su funcionamiento.
La situación era crítica, la nave estaba
a punto de quedar inservible, y se les estaban agotando sus suministros.
Incluso algunos miembros de la tripulación sugirieron a abandonar la misión.
Ordis, quien no estaba dispuesto a abandonar uno de los mayores descubrimientos
más importantes de la historia, tuvo que tomar una difícil decisión: salvar la
nave o seguir con la misión.
Ordis realizó una reunión de emergencia
y tras explicar el estado actual de la nave y la importancia de la misión, pudo
convencer a la tripulación que lo siguieran. La tripulación intentó una jugada
desesperada para eliminar las interferencias. El plan era que, después de
extraer la información no corrupta a un servidor externo, apagaran los
servidores de la nave y los vaciaran por completo, solo había un problema,
hacer esto implicaría apagar los escudos de la Zariman, así que si un meteorito
o asteroide chocaba contra ellos sería un impacto fatal, además de que
dependerían del oxígeno que tenían almacenado en caso de emergencias.
Los tripulantes aun así siguieron con el
plan de Ordis, y apagaron los servidores, todo parecía estar bien hasta que
Ordis pudo divisar que la nave se movía por inercia y se estaban acercando a un
cinturón de asteroides, hicieron los cálculos y tendrían 30 minutos antes del
impacto, todos dieron su máximo ya no solo para salvar la nave, sino que
también su vida. Pasaron los minutos, el proceso fue arduo y estresante, habían
realizado trabajos similares en simulacros pero la sensación de que un fallo
podría poner el riesgo tu vida y la del resto era una sensación completamente
diferente, esto los llevó a enfrentarse a sí mismos, a sus miedos y a sus
inseguridades. Estando solo a 5 minutos de impactar pudieron reiniciar los
servidores de la nave y encender los escudos de la misma.
Con la nave recuperada y los sistemas
funcionando normalmente, la Zariman continuó su viaje hacia una fuente
completamente nueva de conocimiento. Finalmente tras mucho esfuerzo y
sufrimiento, llegaron a su destino, el lugar era aún más impactante de lo que
pensaron un lugar lleno de maravillas y piezas tecnológicas nunca antes vistas.
No solo había información con un enfoque
científico, sino que también la había con un enfoque místico y filosófico. Toda
la información encontrada, cambió su entendimiento del cosmos completamente,
ahora, Ordis y su tripulación regresaron a su hogar como guardianes del
conocimiento que de ahora en adelante debían de compartir con el resto del
universo…
El escritor
Ruins
Si, aún no me he vuelto loco se que han pasado 176 días desde que el
destino de la tierra cambio por completo, nuestro fin no se dio por el juicio
final o una guerra nuclear, sino seres extraterrestres a los que veo como
demonios, ¿Acaso así se sintieron los indígenas al ser colonizados? Este
sentimiento de saber que no hay nada que podamos hacer para tan siquiera
mejorar nuestra patética supervivencia. Paso la mayor parte de mi nueva e
inútil vida en una estación de tren subterránea registrando mis memorias en
viejos papeles y acabando con la vida de cualquier ser vivo que se acerque para
sobrevivir, no importa si es una rata o una persona, estoy esperando a que esos
demonios no me encuentren, pero internamente deseo que lo hagan y acaben con
este sufrimiento, pero no tengo el valor para mirar a la muerte cara a cara.
Mi vida era perfecta…hasta que me la arrebataron….vi al vecindario devastado
por quizá alguna explosión y mi familia quemada, querida Katherine… abrazabas
con todas tus fuerzas a nuestro hijo en un inútil esfuerzo de protegerlo, sus
ojos reflejaban terror puro, el mismo que sentí al ver cientos de naves
sobrevolando los cielos, solo tardaron días en aniquilar a toda fuerza militar
que trataban de oponerse al destino, pese a todos los avances tecnológicos del
siglo 23 no éramos más que moscas para ellos, creo que se aburrieron de su mundo
y se divierten haciendo esto, no han
eliminado el agua ni toda las plantas para mantener al reducido porcentaje de
humanidad vivos y seguir este ciclo…somos sus juguetes… y todo esto lo
permitiste tu… millones rezamos, rogamos por tu ayuda, pero por cada persona torturada,
animales derretidos hasta los huesos y familias sin vida de los que tenía que
alimentarme…pronto todo esto dejo de importarme, mi esperanza murió al igual
que todo lo que me importaba en este mundo, en ocasiones levanto la vista y veo
el cielo, totalmente vacío como siempre, ya entiendo porque, no porque nos
abandonaste….solo nunca estuviste ahí —Escucharía el disparo de una escopeta y tras eso ruidos
desesperados de una mujer clamando ayuda y tratando de consolar a quien sonaba
era su pareja— finalmente algo de comer, Dante fuera.
Día 189
No estoy muerto aún, y con lo que he descubierto no pienso morir, tras
haber atrapado a un don nadie más, encontré algo en sus pertenencias mientras
me alimentaba de su brazo, era una tarjeta dorada elaborada por un grupo misterioso
en el que informaban a este sujeto que fue elegido de manera aleatoria para
abordar una nave de emergencia que se construyó años atrás para que la gente
poderosa escape de la tierra junto a la mayor población posible en caso de
cualquier desgracia y así poder habitar otros mundos. Era mi última oportunidad
para escapar de este mundo de porquería, tomé todo lo que necesario y hui con
toda la velocidad que mi cuerpo podía dar, pero esto no fue tan fácil, esos
malditos detectaron mi calor corporal a kilómetros, no podía morir ahora, la
suerte después de tanto tiempo me sonrío al mostrarme que llegue a la entrada
de una aldea oculta en el bosque, esos seres disfrutan el acabar con miles de
vidas y dejaron de concentrarse en mí….me aleje del bosque mientras oía gritos
incesantes hasta que me aleje lo suficiente para no escucharlos y volver a
pasar desapercibido. Llegué a la ubicación concreta en la que un grupo de
soldados me apuntaron con sus armas exigiendo la tarjeta de ese sujeto que
sorpresa, se llamaba igual que yo por lo que no hubo problemas, la nave era
como un crucero, lujo por donde sea que mirases y era del tamaño de un distrito
completo. Encendió los motores y salió de la atmósfera a tal velocidad que ni
siquiera los invasores pudieron detectar.
Esta es la historia de como escape del infierno que alguna vez llame
hogar, no planeo tergiversar los hechos, no tengo motivos para ocultar lo que
hice y lo que pienso, sus vidas no valen la pena, su destino es simplemente
morir de maneras horrendas por ellos u otros humanos. No soy un héroe, soy
alguien mucho mejor que esos idiotas, no tengo el tiempo para preocuparme por
alguien más que no sea yo, y así es como pienso seguir esta nueva vida hasta
que por alguna ironía del destino alguien más vuelva a destruirla.
The Hermit
El
corazón de Nébula
En un futuro no
muy lejano, la humanidad había conquistado la galaxia gracias a la tecnología
de los viajes interestelares. En un remoto planeta llamado Nébula-7, se
encontraba una pequeña colonia de humanos que vivían en armonía con la
naturaleza alienígena de aquel mundo exuberante.
Entre los
habitantes de Nébula-7 se encontraba Maya, una joven científica apasionada por
la exploración espacial y las maravillas del universo. Maya trabajaba en el
laboratorio de investigación de la colonia, donde se dedicaba a estudiar las
extrañas especies vegetales que crecían en el terreno del planeta.
Una noche,
mientras realizaba un experimento en su laboratorio, Maya observó algo extraño
en una de las muestras de planta que estaba analizando. Al acercarse para
investigar más de cerca, una luz brillante sale de la muestra y la envolvió por
completo. Sorprendida pero sin miedo, Maya fue transportada instantáneamente a
un lugar desconocido.
Al abrir los
ojos, se encontró en medio de un paisaje: un bosque de cristal con árboles que
brillaban con colores y emitían un suave resplandor. Ante ella apareció una
figura surrealista, un ser de luz pura que se presentó como el Guardián de los
Secretos.
El Guardián
explicó a Maya que ella había sido elegida para cumplir una misión crucial:
descubrir el origen de la energía vital que sostenía todo el universo. Le
reveló que en Nébula-7 se escondía un antiguo artefacto conocido como el
Corazón Estelar, una fuente de poder capaz de alimentar mundos.
Con el Corazón
Estelar en manos equivocadas, la colonia de Nébula-7 estaría en peligro. Maya
aceptó con valentía su destino y se comprometió a encontrar el artefacto antes
de que cayera en manos de fuerzas oscuras que amenazaban con destruir la
tranquilidad en la galaxia.
Guiada por las
visiones del Guardián, Maya emprendió un viaje a través de dimensiones
desconocidas y enfrentó desafíos inimaginables. En su travesía, conoció a seres
de todas las formas y tamaños, algunos aliados y otros enemigos, pero siempre mantuvo
la esperanza en su corazón.
Finalmente,
tras superar obstáculos insuperables y desafiar a sus propios miedos, Maya
llegó al lugar donde se hallaba el Corazón Estelar. El artefacto pulsaba con
una energía arrolladora, y en ese momento supo que su verdadera misión era
protegerlo y asegurarse de que su poder fuera utilizado para el bien de todos.
Regresó a la
colonia de Nébula-7 como una heroína, honrada por su valentía y sabiduría.
Gracias a su hazaña, la colonia prosperó y se convirtió en un faro de luz en la
inmensidad del cosmos. Y Maya, la científica que se convirtió en guerrera
intergaláctica, siguió explorando los universos en busca de nuevos secretos por
descubrir.
Y así, en un
rincón perdido del espacio, la historia de Maya se convirtió en leyenda,
inspirando a generaciones futuras a soñar con las infinitas posibilidades que
aguardan más allá de las estrellas.
Nasa
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