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sábado, 12 de octubre de 2024

CUENTOS DEL 2DO A SEC. CONCURSO 2024

                                                                    EL CUADRO

El inspector Javier Morales observaba con atención la importante fachada del Museo Nacional de Bellas Artes. Era una tarde lluviosa en Madrid, y el caso que tenía entre manos se perfilaba como uno de los más complejos de su carrera. Habían robado uno de los cuadros más valiosos de la colección: La mujer de la perla, una obra del renombrado pintor Diego Gómez, valorada en Millones de euros.

El robo había ocurrido la noche anterior durante un evento exclusivo en el museo, al que solo habían asistido importantes personajes del arte y cultura. El robo era particularmente desconcertante, ya que el cuadro había estado bajo estrictas medidas de seguridad, incluyendo cámaras de seguridad, alarmas y guardias. Sin embargo, en la noche, el cuadro desapareció sin dejar rastro, y las cámaras de seguridad no registraron indicios de cómo fue sustraído.

Al llegar al museo, el director; el señor Álvaro Pineda, lo recibió con visible nerviosismo.

Morales examinó el espacio vacío donde se encontraba el cuadro. La alarma no se activó, lo que indicaba que el robo había sido extremadamente meticuloso. Mientras observaba, su asistente; Laura Ramos, llegó con un informe preliminar.

-Inspector, hemos interrogado a los guardias y han revisado las cámaras de vigilancia. No hay señales de forzamiento en ninguna de las entradas-informó Ramos.

-Quiero hablar con todos los que estuvieron aquí anoche-ordenó Morales-. Alguien debe haber visto algo, aunque no lo sepa.

Se organizaron entrevistas con los asistentes al evento. Tres personas destacaban como los posibles sospechosos, cada una con un motivo para querer robar el cuadro.

1.-Joaquin Montalvo: Coleccionista de arte privado conocido por su avaricia y afición al comprar obras ilegales en el mercado negro. Había hecho varias ofertas para adquirir el cuadro, todas rechazadas por el museo.

2.-Valeria Fernández: Restauradora de arte que había trabajado cerca de la pintura, fue despedida abruptamente por una supuesta negligencia en la restauración de una obra, algo que ella siempre negó. Creía que el director había arruinado su carrera.

3.-Manuel Rojas: Famoso marchante de arte internacional, con la reputación de comercializar con obras robadas. Estuvo en el evento, aparentemente como invitado, su nombre aparecía en varias investigaciones sobre robos de arte.

 Morales empezó interrogando a Joaquín Montalvo.

-Inspector, no soy un ladrón,soy un coleccionista. Claro, hice una oferta por el cuadro, pero cuando me dijeron que no estaba a la venta, me resigné. No soy un delincuente.

- ¿Dónde estaba usted durante el robo? -pregunto Morales.

- En la galería de esculturas. Estaba solo, así que no puedo probarlo, pero soy un hombre de negocios, no un criminal. -contesto con una sonrisa cínica.

La siguiente fue Valeria Fernández

-No haría algo así, inspector. Si, estoy resentida con el museo por mi injusto despido, pero robar una obra maestra no es la solución a mis problemas.

- ¿Alguien puede confirmar donde estaba usted anoche? -preguntó Morales.

-Estuve en el baño por un tiempo, luego volví al evento. No hablé mucho con nadie después de eso-dijo Valeria.

Al final, se entrevistó a Manuel Rojas.

-Inspector, estoy aquí solo por mi amor al arte. No necesito robar cuando puedo permitirme cualquier obra de arte que desee-aseguró Rojas.

- ¿Dónde estaba usted anoche? -preguntó Morales.

Conversando con conocidos, no recuerdo quiénes, pero estuve a la vista de todos. No soy un sospechoso razonable.

Tras las entrevistas, Morales y su asistente revisaron por segunda vez las cámaras de seguridad. Esta vez observaron algo inusual: a las 10:45 p.m., un apagón momentáneo en una de las cámaras que esta fijamente al cuadro. Apenas duró unos segundos, pero fue suficiente para que alguien hiciera un movimiento.

Morales, intrigado, volvió al Museo y examinó la sala una vez más. Mientras examinaba el marco del cuadro, encontró una pequeña marca que solo alguien con conocimientos de restauración podría haber dejado.

Llamo a Valeria Fernández directamente para una segunda entrevista, esta vez siendo más directo.

-Valeria, la marca en el marco es la clave. Sabias como retirar el cuadro sin activar las alarmas, ¿verdad?

Valeria se derrumbó. Confesó que, resentida por su despido injusto, había planeado el robo para luego vender la obra y destruir la reputación del museo.

El cuadro fue recuperado del estudio de Valeria, y la restauradora fue detenida, llevándose consigo el peso de su traición al mundo del arte.

Morales, satisfecho con la resolución del caso, regresó a la comisaria sabiendo que el arte, una vez más, había sido salvado.

 Merced


El atraco

En un lejano pueblo, vivía un viejo comisario llamado Guns ya retirado. Cuando un día tocan a su puerta con mucha fuerza dos chicos.

-chico1: *toc toc* por favor abra la puerta

-Guns: ya voy, ya voy ¿si saben qué hora es verdad?

-chico2: es urgente, solo usted puede ayudarnos

Chico1: gracias al cielo, es en el viejo banco, se llevaron todo

-Guns: ¿Quién?

Cuando llegué al banco vi un hueco enorme en la pared, al instante deduje que había sido explotada con 2 o 3 cartuchos de dinamita entonces pensé en los hermanos Mud ya que ellos eran conocidos por usar dinamita en sus ataques al pueblo, pero algo andaba mal, los hermanos Mud nunca hacen atracos y mucho menos a plena luz del día…

-Guns: Ya sé con quien hablar, pero necesitare un caballo y un revolver… y un poco de alcohol.

Par variar me fui a donde un viejo amigo Spine, él es un topo, si alguien sabe lo que sucedió es él, al llegar me saludo, pero algo en su cabaña no me cuadraba del todo, vi lo que parecía ser cartuchos de dinamita.

-Spine: Guns, viejo amigo ¿Qué te trae por aquí?

-Guns: estoy investigando un caso y creí que podrías ayudar, ¿Conoces a los hermanos Mud?

-Spine: si claro, ¿Por qué?

-Guns: porque… Entonces me arrebaté sobre él, y mientras le golpeaba le dije: Acabo de ver que traes los mismos cartuchos de dinamita que los que usaron los hermanos Mud, rata sé que trabajas para ellos y que eres su proveedor, ahora habla si no quieres morir

-Spine: está bien, está bien lo que pasa es que …

Entonces Spine agarro una hierra y me golpeo en la cara, me desmayé y cuando abrí los ojos ya no estaba en la cabaña de Spine y antes que pudiera ubicarme escuche una vos

-Bolt: vaya, vaya veo que sigues vivo

-Guns: ¿dónde estoy? (con una vos agitada y tosca)

-Hunter: ¿no es obvio? Estas en un tren en movimiento

Me di cuenta que estaba atado a una silla y que a mis espaldas estada Spine junto a una gran bolsa llena de lo que parece ser el dinero del banco tenía que hacer algo y ya pero mi edad y mis condiciones físicas no me lo permitían además ya no tenía conmigo mi revolver, estaba indefenso.

-Bolt: vaya Guns sí que eres un viejo obstinado, cono dice la gente “el diablo nunca muere”

-Guns: ¿qué quieres de mí? (con una vos cansada)

-Hunter: lo única que queremos es que mueras porque eres un estorbo para nuestros planes, cuando lleguemos al pueblo de Terra nos bajaremos con todo el dinero y entonces el tren seguirá a todo vapor ¿y adivina qué? La vía se corta por un acantilado y ahí es cuando dejas de ser un estorbo y por fin mueres. 

Estaba en aprietos y no podía zafarme, pero tenía un plan, espere a que los hermanos Mud se fueran a otra cabina para poner en marcha mi plan.

-Guns: ¡oye! Spine, ¡rata traidora ven!  

-Spine: que quie- Ahí fue cuando le metí una patada en su estómago y aproveché en romper la silla a la que estaba atado contra la pared de la cabina, cuan fui libre reclame mi revancha contra Spine.

-Spine: Guns, por piedad no me hagas nada recuerda que somos amigos

-Guns: Spine viejo amigo como podría matar a una rata como tú.

-Spine: ah Guns siempre tan gracioso

Entonces golpee a Spine en la cara, el callo al suelo y entones lo patee por el vagón y salió de la cabina hacia la arena del desierto no hace falta decir que Spine murió después de eso. Cuando salí de la cabina a buscar a los hermanos Mud, no los encontré, entonces escuché pisadas en el techo de la cabina, cuando subí los vi eran ellos me les enfrenté cara a cara, pero ellos tenían pistola y yo no.

- Bolt: por lo que veo mataste a Spine

-Guns: si y los mataré a ustedes también.

-Hunter: que gracioso que eres Guns, te vamos a llenar de agujeros todo el cuerpo

Cuando Hunter dijo eso supe que de verdad me quería muerto entonces aproveché esto a mi favor, cuando comenzaron a disparar corrí y esquive una bala  

 -Guns: es todo lo que tienen hermanas Mud. Quería provocarlos y lo conseguí cuando me siguieron hasta la cabina de control les grité: “¡MUY BIEN ME ATRAPARON AHORA DISPAREN!” Dispararon, entonces salte hacia la ventana, los hermanos Mud le habían disparado a una de las ruedas del tren, descarrilando el tren…

-Hunter: ayúdame por favor, te daré la mitad del dinero (con una vos agitada y casi muriendo)

Entonces recogí un revolver del suelo y le apunte

-Hunter: no serias capas ¡anciano inútil! (con una vos asustada y gritando)

-Guns: Pruébame

Vi en los ojos de hunter un miedo profundo e indescriptible, lo demas es historia.

Devolví el dinero al pueblo y resolví el caso “el atraco”.  

Junior 



SEÑOR TAVISH, AÚN NO TERMINÓ

Una mañana el detective Tavish se encontraba sentado en su escritorio bebiendo un café y observando detenidamente la carpeta que tenía delante de él.

Todo estaba muy tranquilo, el día anterior había resuelto su último caso, cuando de repente su celular sonó y al descolgar la llamada se trataba de James Storm, su esposa había desaparecido a tempranas horas de la noche del día anterior.

Lo único que tenían como pruebas era la camioneta de su esposa en un grifo en medio de la carretera, la hijastra de James estuvo esa noche con su madre, pero ella se encontraba dentro del mini market de aquel lugar cuando su madre desapareció. Storm era un hombre importante en la cuidad por las grandes empresas que poseía y al desaparecer su esposa lo primero que se planteo fue que lo ocurrido había sido un secuestro por dinero.

Tavish necesitaba más pruebas para poder poner todo en orden y hallar más rápido a la esposa de Storm. Se dirigió a la habitación de la mujer donde se puso a buscar alguna pista que lo ayudara, había una caja pequeña dentro de su clóset que al abrirlo se encontró con varias cartas, aquellas siempre tenían las mismas iniciales que las demás “J.O.N”.

Aquellas iniciales no lo ayudaron mucho, Tavish sentía que le faltaba algo. Mientras tanto en la casa, no se sabía nada sobre la esposa, pero había mucha gente: había policías por todas partes, colocando aparatos para poder localizar si el que se la había llevado, llamaba para ponerse en contacto con ellos. Tavish no se dio por vencido y decidió buscar alguna pista dentro de la camioneta de la mujer, dentro de la guantera encontró otra carta, además de documentos y dinero, al leer la última carta encontró lo que le faltaba, había dos iniciales más “J.O.N.A.S” ¿Quién era Jonas? La pregunta traía muy intrigado al detective. Se dirigió hasta donde se encontraba el señor Storm quien después de preguntarle si conocía a algún Jonas, aquel se tensó de pies a cabeza, la hijastra al escuchar ese nombre se congelo en su lugar y lo único que logro decir fue «¿Mi…papá?» 

No todo se había resuelto, pero ahora si Tavish sabia quien se la había llevado, quien la había secuestrado. El señor James le contó cómo había sido la relación que su esposa había tenido con su exmarido el señor Jonas, la hija de la mujer también había sido testigo del maltrato que ambas recibían antes de que su madre se casara con Storm y hallan mandado a la cárcel a Jonas quien según su hija debía seguir en prisión y no entendían como había salido de allí.

 Ya había pasado un día de su desaparición, pero esa tarde el celular de la hijastra del señor Storm empezó a sonar “Número Desconocido” la policía seguía alerta y al atender al teléfono todos hicieron silencio.

-       Que decepcionado me tienes, hija –la chica se tensó al escuchar la voz de su padre.

-       Papá… ni se te ocurra hacerle daño a mi mamá.

-       En todos estos años, y no me has visitado ni un solo día… ni uno. No debía de haber estado allí, ¡No debieron meterme a la cárcel!

-       Papá, ¿cuánto deseas? Te conozco, sé cómo eres.

-       1 millón, en el parque central, a las 4. El señor Storm y tú, y claro, nada de policías.

 Jonas había colgado, Tavish durante toda la llamada había estado localizando su ubicación, y después de la búsqueda logró encontrar el lugar donde la tenía secuestrada.

El detective junto a oficiales, se dirigieron apresuradamente hacia allá, mientras que el señor Storm y su hijastra iban por separado. Según el localizador se encontraban en el sótano de un bar casi a las afueras de la cuidad, casi al llegar, las sirenas de las patrullas se encendieron. Tavish estaba nervioso, tenía miedo a fallar en este caso, había tenido las pruebas suficientes y era hora de encontrar a la mujer.

Las patrullas se estacionaron alrededor del lugar, Tavish les dijo que un grupo se vaya a la entrada central del local y otro a la parte trasera ya que muy seguro Jonas no iba a irse por delante, pero de todas formas debían ser prevenidos. El detective y los oficiales apuntaban a la puerta que se encontraba detrás del bar donde, como Tavish sospechó, iban a salir.

La mujer tenía el labio lastimado y la ropa desgreñada, Jonas la tenía agarrada con fuerza del brazo y apuntaba con su arma a la cabeza de su ex esposa. Tavish al verlo, gritó:

-       ¡SUELTE EL ARMA, Y COLOQUELO CON CUIDADO EN EL SUELO!

Al ver que Jonas no lo hacía, y en su lugar iba a apretar el gatillo, los policías no tuvieron más opción que disparar, todo paso muy rápido, la mujer cerro los ojos con fuerza, los brazos que la sostenían con fuerza la soltaron y el cuerpo de su ex marido cayo a su costado. Lo único que logro hacer en ese momento fue correr, correr hacia su hija y su esposo.

Todo se había solucionado, la mujer ya había regresado con su familia. Jonas había sobrevivido al disparo, tenían miedo a que volviera a hacerles daño, capaz ahora a su hija, pero esta vez estaría muy bien cuidado donde lo llevarían. Aún Tavish se sentía preocupado, no lograba entender muchas cosas ¿Cómo había logrado salir de la cárcel? «¿Había otro criminal suelto? ¿Esté también le haría daño a la familia del señor Storm?

Tavish todavía necesitaba las respuestas a esas preguntas, esa noche se fue a descansar de un día tan ajetreado, entonces recibió un correo: «Aún no terminó, señor Tavish».

Lirios

 

 

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