La
Sombra del Restaurante
Delwin, un muchacho con una actitud
activa y extrovertida, de 15 años, se había mudado a una ciudad no tan poblada
con su madre y padre. Sus padres no paran mucho en su casa así que el nomás
pasaba el día jugando en su casa.
Un día con su papá fueron a comer a un
restaurante, cuando estaban en ese restaurante Delwin escucho decir a unos
jóvenes sobre un asesinato desarrollado en el restaurante. A su padre de Delwin
le habían llamado de su trabajo de urgencia, así su padre le dijo que se
quedara en el restaurante hasta que regrese, Delwin acepto y se puso a pasear
por el restaurante, se fue al arcade del restaurante y ahí conoció a dos
chicos, Henry y Diego que le invitaron a jugar, y se pusieron a jugar y de ahí
Henry les propuso jugar a las escondidas, ellos accedieron y comenzaron a
esconderse.
Delwin se fue a un cuarto oculto donde
encontré un traje que no se podía ver con exactitud de que animal era, se puso
el traje y se quedo quieto, de repente escucho algo acercándose, se acercó poco
a poco, tenia los ojos iluminados y la boca llena de sangre, Delwin por el
miedo aguanto su respiración hasta que se fuera, el extraño sujeto siguió su
camino, Delwin se pregunto que era esa cosa, tenia dientes filudos, un aspecto
de un muerto, con sus ojos llenos de sangre y brillantes, de repente escucho
gritos que provenían de fuera, salió a observar lo que pasaba y vio como la
gente salía pero no encontró a Henry ni Diego, así que decidió entrar a
buscarlos, al entrar se encontró el lugar lleno de sangre, se adentró en el
restaurante y cuando escucho algo acercarse se escondió debajo de una de las
mesas y vio desde ahí a Henry como estaba siendo arrastrado lleno de sangre por
el extraño sujeto, lo estaba llevando a un lugar del restaurante, Delwin quiso
salir del restaurante pero no podía dejar a sus amigos ahí por lo menos Diego
que no se sabía de él, siguió buscando a través de todo el restaurante, y solo
encontraba sangre y más sangre, siguió y siguió buscando hasta encontrar a Diego,
pero no había rastro de él, Delwin se comenzó a preocupar pero no era el
momento, al entrar en la cocina del restaurante vio algo muy raro en el
refrigerador, así que lo abrió y vio un cadáver de una joven, le habían
arrancado los ojos, pero hay algo que no le parecía coherente a Delwin, porque
estaba y porque estaba asesinando a jóvenes el extraño sujeto.
Delwin se puso en marcha para
encontrar a Diego, había encontrado una linterna en la cocina para así poder
ver en la oscuridad, se dirigió a la sala de seguridad del restaurante ahí
encontró al guardia del restaurante dormido, Delwin le levanto para que le
ayudara a encontrar a su amigo, pero el guardia ni enterado de lo que había
pasado, y cuando Delwin le iba a contar todo lo que había pasado el sujeto
apareció atrás de ellos y de un parpadeo la cabeza del guardia fue arrancada,
Delwin en la desesperación de ver una escena atroz, corrió para que no lo
alcanzara , pero el sujeto era más rápido y sabia muy bien todo los lugares del
restaurante, y lo que Delwin para despistarlo fue lanzarle un destello de luz
que por suerte en la parte del almacén había una bengala y se lo disparo en toda
la cara, quedo segado un breve momento, pero ese instante fue suficiente para
que Delwin lograra escapar, no podía hacer nada ya que esa bestia, porque de
humano ya no tenia nada, se encontraba furiosa, y lanzaba todas las mesas por
todos lados para encontrar a Delwin, al salir del peligro Delwin vio una
habitación cerrada que no podía ingresar pero eso no seria impedimento para
entrar así que forcejeo la puerta hasta tumbarla, pero lo que encontró adentro
fueron cinco cadáveres de jóvenes uno sin mano, otro partido a la mitad, y otro
con un cuchillo clavado en el pecho sangrando.
Había otro cadáver, pero no se podía observar
muy bien puesto que estaba sentado y era muy diferente al resto. Al retirarse
de la habitación encontró una foto antigua de dos amigos, se le hacia muy raro
esa foto porque el material antiguo que tenía, ya se iba a dar por vencido
Delwin para encontrar a Diego, se encontraba en el pasadizo principal y se
encontraron cara a cara con Delwin, quiso escapar de la bestia, ocurrió una
persecución, ya cerca de la puerta principal del restaurante, la bestia lo
agarro y le hizo una herida grande en el brazo que a las justas podía moverlo,
quiso matarlo con un cuchillo, pero Diego con una pala noqueo a la bestia, esta
se quedó inconsciente , al encontrarse Diego y Delwin decidieron salir de ahí e
ir con sus familias, si antes Delwin tener un corte en el brazo que le daba un
fuerte dolor ya que la gravedad del daño era grande, después darse un tiempo de
lo sucedido, el restaurante fue clausurado y cerrado, pero no sin antes sacar
los cadáveres de este restaurante, pero nunca se encontró de la bestia solo se
encontró una silueta en el suelo, al ser enterado Henry, Delwin se seguía
preguntando porque esa sujeto o bestia quería matarlos ya que no había motivo,
Delwin al pasar todo esto se mudó a otra ciudad más tranquila pero aun
conservando la cicatriz que le dejaron en aquella cuidad, pero lo que no se
sabía era donde está el sujeto? ¿Acaso murió o seguía con vida?
07
Penurias de los vivos
Elizaveta era una mujer prudente, realmente lo era. Pero hay un mundo de
posibilidades al que uno nunca puede encontrarse listo para—es normal, ella lo
sabe. Así que, no había nada posible en sus manos para haber detenido el
hundimiento del barco y de igual manera no había nada que hacer para prevenir
su naufragio y el de un puñado pequeño de otros pasajeros.
En la televisión escuchó sobre un montón de historias de autosuperación
ante la garra del destino, increíbles, emocionantes, siempre eran descritas de
esa manera. Nunca nadie habla del otro lado de la moneda que dictamina la vida.
Lánzala y mira qué lado le llego a tocar, una suerte más maldita ella
posee.
Liborio tomo el mando de autoproclamado líder poco tiempo después de que
la primera ola de confusión fuera disuelta, se hizo un recuento de
sobrevivientes, y de igual manera, un recuento de provisiones. Las cuales, en
consideración del grupo de tres, sería suficiente hasta que las expediciones de
rescate comenzaran y fueran encontrados.
Escenario descrito por el antiguo miembro de la milicia, siendo su
antigua profesión la razón por la que el resto del grupo confió plenamente en
sus palabras. Realmente era muy fácil depositar la confianza en él con las
acciones que tomaba en beneficio de los demás, nadie más estaba dispuesto a
hacer lo mismo después de todo.
Los problemas son mínimos, pero el grupo trabaja en conjunto sobre
ellos.
La unión hace la fuerza—aún así—al mismo tiempo grietas de desesperación
afligen a los más débiles del conjunto, el eslabón más débil está condenado a
caer primero.
—Por eso no anden en solitario mucho tiempo, podrías volverte loco.
—Repitió las palabras del viejo hombre.
Al primer día, el viejo Liborio la encontró inconsciente, como cual
película, al lado de una playa. Lo único que recordaba del hundimiento fue
ponerse un salvavidas, saltar al mar, antes de que, debido a la falta de
oxígeno por estar debajo del mar mucho tiempo, se desmayara. «¡Trágico!» Fueron
las palabras de Diana cuando se lo relato.
La mujer no pensó mucho mientras los días pasaban, cada día la misma
rutina, el primer día fue sin duda el más difícil, pero era una memoria lejana
en su mente incluso cuando en realidad no fueron tanto tiempo antes, «Diana no
se ve muy bien, se lo comentaré a Liborio más tarde».
Y era verdad, su reciente amistad formada miraba ansiosamente a cada
lado en sus pequeñas caminatas adentrándose a la isla. Una vez le pregunto el
porqué, a lo cual Diana simplemente respondió con un «No tengo idea… pero he
tenido muy malas pesadillas y he estado guardia por eso», Diana se rehusó a
hablar más de lo ya dicho.
Al final, Liborio hablo con Diana y eso alivio un tiempo su miedo.
Las cosas cobran sentido lentamente. Ya ha pasado una semana de que
despertara en la playa.
Elizaveta tiene una familia a la que volver.
Un esposo al que regresar, así que…
¿Por qué, ni un alma ha venido a rescatarlos de su inevitable muerte? La
comida escasea, y la desértica isla no ha presentado ninguna ayuda, los frutos
que han encontrado son venenosos en la mayoría.
Sus amigos han sido incapaces de entender sus penurias. Eso esta bien
ella tampoco entiende los suyos.
Amigos, si, al menos los tiene a ellos.
La soledad la mataría antes que cualquier enfermedad, Elizaveta siempre
ha sido susceptible a ese tipo de cosas. Tal vez son las palabras del viejo
hombre que es Liborio las cuales la ayudaron a sobrevivir hasta ahora, sí. ¿Qué
cosa ha puesto hasta ahora en la mesa? ¿Comida? ¿Es eso todo lo que puede
hacer?
No sabía que conformista era.
Se carcomía las uñas, era mejor que comer, así podrían ellos sobrevivir
un día más.
Era un alma delicada, pero la de Diana lo era aún más, pero Liborio la
mantenía en pie, a ambas.
Aunque ningún discurso motivacional te prepara para la falta de
esperanza, la falta de saber que tal vez este es tu ultimo día en la tierra.
Pronto hasta las palabras no fueron suficientes para su amiga.
Un alma mucho más delicada que la suya, refinada como una flor, y dulce
como la miel que las abejas producen. Fue solo cuestión de tiempo.
Esa noche hubo comida en la mesa para ella y Liborio.
El primer bocado es difícil, todas las primeras veces lo son, o eso se
repitió antes de ser capaz de conciliar un sueño del cual—energía no ganaba.
Cada día era peor que el anterior, en una de esas veces lloro. Vivir no es un
derecho, es un privilegio.
Un privilegio el cual ninguno puede disfrutar.
Liborio era un hombre capaz también, mucho más que ella. Pero no poco
después de lo ocurrido él también no...
Se ahogo en su propia sangre.
Un cuchillo—el que siempre llevaba—atravesó su corazón a medianoche en
el día cuarenta. O tal vez fue la presión de las manos que sofocaron su cuerpo
mientras eso pasaba.
Ella no lo sabía.
Ese hombre contaba con más fuerza, pero no con la necesidad de vivir. Al
menos, no con la misma necesidad que la suya.
Ningún corte que hacía podía llamarse refinado como Diana, o preciso,
pero la necesidad es una enfermedad y ha llegado un punto el cual la moralidad
y ética no pueden ser aplicados.
Las palabras del hombre le ayudaron a seguir normalmente en las primeras
semanas, y ahora él le ayudaba a seguir.
Seguir disfrutando del privilegio de vivir.
Eurydice
Mi Muñeca de Porcelana
Es una niña que hermosa parece una
muñeca de porcelana, es mi princesa, preguntaba el padre bobamente hechizado
con la belleza de la niña, sí le dijo la madre de la pequeña, parecía un
angelito con su cabello rizado de un color rojizo y de piel blanca como la luna,
nadie nunca había visto una belleza similar al verla parecía como un brillo de
luz irradiaba de ella.
El tiempo paso la niña creció y abrió
los ojos y si por si cuando era más pequeña parecía una muñequita de porcelana
con los cerrados cuando los abrió no había quien se resista a esos ojitos de
color verde jade con un brillo en su mirada algo singular, no eran la familia más
rica el padre se dedicaba a fabricar juguetes, pero en especial muñecas de
porcelana para coleccionar y su mujer era ama de casa
No había quien no elogie a la familia,
pero los buenos comentarios también tienen doble intenciones por un lado la
gente que los halagaba por el otro difunde rumores, el padre era un hombre justo,
pero también celoso que no le gustaban los rumores ni los chismes, pero tampoco
se hacía de la vista ciega siempre cuando hablaban de su familia
-Hablen de lo que quieran esa niña es mía,
mi hija, mi sangre que sus mujeres los engañen no es mi culpa
Gritó con un tono de voz fuerte para
todo aquel que se encontrara cerca lo escuche o bueno ese era su pensamiento,
poco a poco la paciencia del hombre se acababa y si no era solo eso suficiente,
al tener una niña tan bonita ya habían tratado de robarla o hacerle daño a la
niña o a su mujer, lo último que colmó al hombre fue cuando los acusaron de
hacer pacto con el diablo
- por eso su hija era pelirroja su
cabello rojo como el fuego del infierno y sus ojos que te dejan hipnotizado, no
había quien los pare
Por un tiempo la gente del pueblo dejó
de hablar de la familia y todo parecía felicidad en la casa del hombre, hasta que
el hombre viajo para entregar unos pedidos y en uno de esos días que volvía del
trabajo el señor escuchó con unas señoras murmuraban ahí va el cuernudo, el
hombre ya arto de que todo el mundo le dijera haci y de los malos comentarios
decidió confrontar a las señoras que seguían diciendo
-de verdad que descaro de su mujer de
meter a otro hombre mientras su marido no está
una de ellas le dijo si no nos crees anda a tu
casa corre antes que se valla el amante de tu querida mujer.
El hombre corrió como si su vida
dependiera de eso, el cansancio por el viaje más la duda y el enojo que traía
encima no tomo atención a sus acciones y cuando llego a su casa se detuvo en la
entrada de su puerta y escucho la voz de su mujer riéndose con un hombre y
tenían a su hija en manos sin pensarlo entro agarro un hacha del suelo y si
como de una espada se tratara apuñalo al hombre matándolo de inmediato y luego
fue por su mujer. Parecía como un espíritu maligno se apoderaba de el tras cada
apuñalada parecía que lo disfrutaba con una sonrisa en su rostro cuando
reacciono escucho el último suspiro de su mujer y dijo mi bebe cuando el hombre
volteo vio que el cuerpo manchado en sangre del amante en realidad era su hija
que estaba jugando a disfrazarse y que su supuesta hija era la pequeña muñeca
de porcelana que le había regalado a su pequeña una mini copia de ella misma
exacta El hombre soltó un grito
desgarrador soltando inmediatamente el
hacha y sujeto a su pequeña princesita pidiéndole en llantos perdon la niña ya
se había ido de este mundo, el hombre no podía creer que había acabado con la
vida de su familia y mas por unos malditos rumores, decidió que arreglaría
todo, no iba a perder tan fácil a su
familia ,se puso a limpiar todo la escena del crimen pero había una mancha que
no salía eran como unas pequitas en el rostro de su hija decidió pintarlas y en
la mañana actuaba como si nada salió a dar un paseo con su hija y su esposa en su
coche y la gente se acercaba a verla nadie notaba nada diferente en su muñequita
de porcelana ni en su mujer. Solo decían
tu esposa hoy se ve mas linda que ayer ahora ella también parece una muñequita
de porcelana, el señor solo respondía con una risa
- Jaja si tienes razón, vez cariño te dije que ese maquillaje te quedaría genial.
Geiberas
No hay comentarios:
Publicar un comentario