NUESTRO
ESCONDITE SECRETO:
Shuuuuu... Una
niña duerme, se llama Jane. Aunque llegó a este mundo casi al mismo tiempo que
la primavera la recibió un frío muy inusual, una gran sensación de soledad y
tristeza que recorría los pasillos de todos los hospitales, sólo recuperó el
calor al llegar a su casa y a su cuna, en los brazos de sus padres primerizos y
asustados. Jane aprende a respirar mientras sus papás aprenden a contener la
respiración y perder el Miedo día tras día, porque todos son novatos en ser padres:
uno nunca ha sido niño y otros nunca han sido padres. Padres primerizos. De
haber nacido un mes antes, habría demasiadas risas, abuelos expertos, primos molestosos,
ruidosos y tal vez un rock de fondo,
pero Jane nació cuando los besos y abrazos están en cuarentena, las puertas
cerradas y un silencio raro invade todo. La vida se ha lentificado justo cuando
le toca vivirla.
Querida Jane, no
te asustes, esto es un juego que papá y mamá inventaron y te ayudarán a ganar.
Se llama "el escondite" y participamos todos, unos desde nuestras
casas y otros desde sus trabajos, el juego consiste en ocultarse para que no
nos encuentre un monstruo diminuto, verde e invisible que se estira y estira,
cruzando fronteras mientras nosotros permanecemos inmóviles, sin movernos ni un
poquito, sólo aprovechamos a las ocho de la noche cuando el monstruo se distrae
y corremos para salir a la ventana y aplaudir a los guerreros que luchan frente
a ese virus Cara a cara y día a día. Cada uno combate con sus armas: hay batas
y termómetros, micrófonos, camiones, ambulancias y mercados llenos de
alimentos, teléfonos, Pizarras, plumones y escobas... Incluso para los adultos
es difícil superar niveles de este macabro juego porque el virus es escurridizo
y cobarde, pero tranquilo, ya estamos avanzando y entre todos conseguiremos
darle golpes, entonces te sacarán del escondite y conocerás el mundo de verdad,
en el que la gente corre y ríe, besa, madruga para ir a sus trabajos y se reúne
por las tardes con sus familias o amigos con un café o una cerveza para no
celebrar nada o celebrarlo todo, simplemente para estar cerca.
Tú no temas,
estás a salvo en la morada donde llevas nueve meses, sólo has cruzado al otro
lado de la piel que ya conoces, déjate engreír en el calor del pecho de mamá y
la gran sonrisa de papá, aunque no la tenga siempre o no le sale entera porque
tiene la cabeza repleta de temores que tú ahora no los entiendes, que nadie
entiende, en realidad. Ahora, que se han detenido relojes, hogares, trabajos,
estudios, calendarios y planes ellos tienen un motivo para levantarse, un
horario, un motor y motivo, tú eres su fuerza, y tienes que ayudarlos porque en
su interior se están librando mil batallas, sensaciones intensas, miedos y contradictorias,
motivos por los que tienen que seguir y sucesos que son dignos de olvidar, pero esos seguro que los
leerás en los libros de historia cuando vayas al colegio.
De momento escucha
cuentos, juega, ríe, descubre y disfruta el olor de la piel y el sabor de la
leche y mantén esos lindos ojitos borrosos unos días más, danos tiempo para
recuperar los colores y la música, los fuegos artificiales, los globos, las
risas, los abrazos y los besos. Te prometo que existe un universo infinito
lleno de familia y amigos deseando conocerte que se están controlando para no
derribar puertas y romper normas, conformándose con verte crecer a través de
pantallas de cristal, con tan solo verte por fotos o video llamadas que tanto
nos alejan en nuestro día a día y tanto nos facilita y acercan cuando jugamos
"al escondite".
Anónimo
UN VIRUS MORTAL
En
la ciudad de Buran, China contaban los rumores sobre un animal que tenía los poderes
para volverte inmortal. Estos animales podían volar caminar, pero no ver.
Fueron nombrados como murciélagos. Cuentan por ahí que unos científicos
japoneses curiosos de ese rumor fueron hasta China a experimentar con aquel
animal, ellos harían esa investigación para el estado japonés, eran tres las
personas que querían saber más sobre cómo y que tenía este animal para que sea
tan famoso.
Al
llegar a la capital de China, ellos emprendieron su búsqueda. Llegaron a un
hotel y descansaron del largo viaje. Al día siguiente los tres científicos viajaron
a Buran en tren. Al llegar a su destino los científicos empezaron a indagar
sobre este misterioso animal, preguntaron a señores, niños, mujeres personas
que vivían alrededor de la ciudad, sin embargo, nadie supo decir donde se
encontraban, solo era un rumor decían, pero los científicos siguieron y
siguieron preguntando. Hasta que después de tanto caminar, ellos dicen que
fueron a una tienda para comprar unos refrescos y descansar un poco. Un anciano
los atiende amablemente. Uno de los científicos cuestiona al anciano si sabía
algo de donde se encontraban los murciélagos, a lo que el abuelo respondió: “Estos
animales viven en unas cuevas dentro del bosque”. Los científicos al escuchar
esto se fueron rápidamente a buscar estas cuevas.
Ellos
caminaron demasiado buscando la cueva. Cuando de pronto avistan unas cavernas
oscuras y ellos rápidamente se adentran en ellas. Pasaron las horas ahí dentro,
hasta que observan una especie de animal negro volando y se dan cuenta de que
encontraron un murciélago. Agarraron sus cosas y empezaron a estudiarlo,
pudieron encontrar varios de ellos de diferentes colores y tamaños, encontraron
huevos y murciélagos recién nacidos. Los científicos se pasaron mucho tiempo
ahí y tenían la necesidad de descansar, sin embargo, se dieron la sorpresa que
el camino para la salida era un laberinto. Ellos pasaron la noche en la caverna
sin poder salir, su alimento era escaso, pasaban más los días y no sabían que
comer, el hambre, el cansancio, la frustración de no poder salir los devoraba.
Tanto
fue el hambre que decidieron comerse murciélagos crudos. Ellos los
despedazaron, los chancaron con piedra y luego se los comieron. Eso calmo su
hambre y pudieron continuar buscando la salida. A los tres días se sentían muy
cansados y con dolores de cabeza y garganta cada día se sentían peor. Hasta que
llego el día 14 al fin, después de tanto encontraron la salida de las cavernas,
pero se sentían muy mal. Acudieron en ómnibus al hospital más cercano, en el
trayecto los tres científicos tosían demasiado, pero a su llegada al hospital
murieron a las afueras. Personal médico recogió los cadáveres y esto fue informado
a el estado japonés.
Desde
aquel acontecimiento pasaron solo 1 mes cuando aquella tos que tuvieron los
científicos, era un virus mortal, COVID 19, que lo contrajeron, y que se había
esparcido por todo el país de China.
Este
país se quedó en silencio sobre lo que pasaba y no hicieron nada al respecto,
tanto fue el contagio que más de la mitad de la población china se había
contagiado de este virus. Después se empezó a escuchar casos del COVID 19 en
Italia, España y por toda Europa, esto era una pandemia masiva que no tenía
cura y estaba arrasando con todo el planeta. Solo paso 3 meses para que todo el
mundo este infestado de este virus, las personas morían diariamente, los
infectados se triplicaban a cada hora, los hospitales colapsaban, doctores había
pocos porque también ellos se contagiaban, el alimento no llegaba a todas las
familias del mundo, las personas se descontrolaban, se frustraban, se mataban
entre ellos solo por comida mientras tanto las cifras aumentaban y aumentaban.
Todo
eso parecía una película sacada de ciencia ficción. Esto llego a un punto donde
millones y millones de personas murieron, solo algunos jóvenes y adultos
pudieron sobrevivir. La Tierra era inhabitable, el COVID 19 evolucionó a un
estado tan letal que con solo respirar el aire tú ya estabas contagiado y tu
muerte seria a los pocos minutos.
Varios
años han pasado desde que algunos de nosotros, sobrevivientes, fuimos llevados
al espacio en esta gran nave con el fin de preservar nuestra especie. Esta
historia nos cuenta tanto que pareciera que la Tierra nunca haiga existido y
solo sea un mito, como saber si aún habrá personas viviendo ahí o simplemente
todo ya desapareció y que nunca volvamos a nuestro hogar. Solo somos
sobrevivientes con la esperanza de algún volver.
Ahora
nosotros reflexionamos sobre lo mal que hacíamos al ser egoístas con nosotros
mismos, al no apoyarnos en los momentos más difíciles. Tal vez si nos
hubiéramos unido, este virus no nos hubiera ganado la batalla.
CORONAVIRUS
Una esperanza en
la pandemia
El día que todo comenzó era un
día normal muy tranquilo, me estaba alistando para ir al colegio, terminé de
desayunar y me fui caminando al colegio, en el colegio mi profesora nos comenzó
a contra sobre el COVID-19 esta enfermedad que se había esparcido por todo el
mundo y que estaba matando a miles de personas, realmente no tomamos mucha
importancia porque la enfermedad estaba en otros países.
En la tarde fui a mis clases de
piano estaba todo tranquilo hasta que una de mis amigas Lucia empezó a toser
nos dijo que solo tenia gripe, le dimos un “Panadol”
para que se le pasara, pero la pastilla no le ayudó en nada, seguía tosiendo y
más fuerte hasta llego a tener dificultades para respirar, el profesor nos dijo
que la llevaría al hospital y todos teníamos que volver a nuestras casas. Al día
siguiente los padres de Lucía vinieron a mi casa a preguntarme si Lucia estaba
conmigo y yo les conté sobre lo sucedido con Lucia en el salón de clases y que
el profesor nos dijo que la llevaría al hospital, ellos fueron a la policía a
denunciar al profesor por un posible secuestro yaqué no la encontraron en los
hospitales. Y en la tarde intente comunicarme con Jackelin mi mejor amiga de la
clase de piano pero no me contestaba y me parecía muy raro ya que ella siempre
estaba pendiente del celular no le tome mucha importancia, fui a la sala y mis
padres estaban hablando por celular hasta que me vieron y apagaron su celular y
yo sorprendida por su reacción le pregunte que pasaba y ellos me dijeron que
todos mis compañeros de clases de piano desaparecieron y que de seguro tenía relación
con mi profesor.
Ese día no pude dormir sabiendo
que todos mis amigos, que mi mejor amiga desapareció y no saber si estaba viva
o muerta me dolía. No pude evitar recordarla a ella que siempre paraba con una
sonrisa y cada vez que reía hacia un ruido como Bob esponja y siempre la
molestaba con eso, no pude evitar llorar, saber que ya no podría verla me dolía
bastante. Mis padres no querían que asista al colegio por
miedo que me pase lo mismo que a mis amigos. Al día siguiente mis padres fueron
a trabajar y me dejaron con mi hermano mayor, el salió a comprar una película
asique yo llame para comprar una pizza y después de 5 minutos sonó el timbre.
Me dirigí hacia la puerta con dinero pensando que era Luke el repartidor, pero
no era él, era un hombre alto, tez blanca, cabello castaño y tenía un traje
negro, me agarro y puso un trapo en mi nariz y después me quede dormida.
Cuando desperté estaba en un cuarto
pequeño, solo tenía una cama y una puerta de metal y al costado una ventana grande de color negro que no podía
ni ver ni abrir , grite pidiendo ayuda aunque sabia que nadie me escucharía o
ayudaría, rendida me tire a la cama tenia sed y hambre, pensando en Jackelin y lucia
que de seguro también deberían estar aquí aunque no entendería por qué a
nosotros, no hacíamos mal a nadie es mas todos los domingos íbamos a los asilos
a ayudar a los ancianos, seguía metida en mis pensamientos hasta que vi a un mujer con una bandeja de comida y
un vaso de agua, estaba sorprendida aunque un poco aliviada al saber que no era
mi profesor el que me había secuestrado, ella tenía rasgos asiáticos, su tez
clara, sus ojos eran de color azul y era alta,
me di cuenta que no me dejaba de mirarme, le pregunte en donde estoy
pero ella no me decía nada llegue a pensar que no hablaba mi idioma hasta que
me dijo que era interesante y que tenía mucha suerte, yo aun me sentía mas
confundida, ella me dijo que la siguiera, yo sin dudar la seguí y pude ver que la
ventana del cuarto se podía ver desde afuera , caminando por el pasillo me di
cuenta que habían muchas puertas y en una de las ventanas pude ver a mi
profesor echado boca abajo conectado a una máquina, sentí como una lagrima caia
por mis mejillas y ella me dijo que todos en mi salón tenían el COVID-19 y que los trajeron aquí sin que
nadie lo supiera para que las personas no se asustaran con esta enfermedad y
que mañana recién se les informara a nuestros padres y saldrá en las noticias,
yo le pregunte por que recién ahora, ella me miro y me dijo porque tu no tienes
el COVID-19, te hicimos pruebas y salieron negativo suena imposible porque en
mi país (China) todas las personas se siguen contagiando y muriendo pero tú que
deberías estar acostada en una de las camas, estas aquí hablando conmigo
normal, tu podrías salvar a todos tus amigos y a muchas personas, solo tienes
que quedarte y acertar que te hagamos mas pruebas, yo acepte sin dudarlo si era
para salvar a mi mejor amiga, amigos y más personas.
Después de estar 3 meses en
pruebas me sentía muy débil, pero un mes después pude volver con mi familia, y
mi mejor amiga y amigos pudieron volver con sus familiares. Estoy muy segura
que jamás olvidaremos que pudimos vencer al COVID-19.
Lumière et espoir
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