La Sombra
Inextinguible
En lo más
profundo del bosque se alzaba una mansión abandonada, una estructura gótica de
aspecto ominoso y ventanas rotas que parecían ojos vacíos. La leyenda susurraba
que allí moraba una sombra impía, la cual acechaba a cualquier alma incauta que
osara adentrarse en su morada maldita. Los valientes que se aventuraron a
entrar nunca regresaron, dejando solo un escalofriante eco de su desaparición
en el aire nocturno.
Una noche
tormentosa, la familia Wilson, compuesta por el matrimonio de John y Elizabeth,
junto a sus tres hijos, decidió desafiar el miedo y mudarse a la mansión. Sus
ahorros no les permitían vivir en otro lugar y, desesperados, se vieron
forzados a aceptar el oscuro destino que les aguardaba.
Tan pronto
como pisaron el umbral, una atmósfera opresiva envolvió a los Wilson. Un aire
frío y viciado los acariciaba, mientras los murmullos siniestros llenaban sus
oídos. La sombra inextinguible parecía sentir su llegada y despertar con
avidez.
El primer
indicio de posesión llegó a través de la hija mayor, Sarah. Su dulce sonrisa se
volvió retorcida y su voz se desgarró en horribles susurros. Sarah se
encontraba atrapada en un limbo aterrador, donde su ser era controlado por una
fuerza oscura que se alimentaba de su inocencia.
La
presencia maligna se intensificó, convirtiendo la mansión en un nido de
pesadillas. Las noches se volvieron interminables, con puertas que se cerraban
violentamente y sombras danzantes que parecían tener vida propia. Las
pesadillas se materializaban en los sueños de los Wilson, atormentándolos hasta
el punto de la locura.
Desesperados
por encontrar una solución, buscaron la ayuda de un sacerdote local, el padre
Alexander, conocido por su experiencia en exorcismos. El sacerdote advirtió que
el poder de la sombra inextinguible era antiguo y formidable, y que requeriría
un exorcismo de una magnitud nunca antes vista para liberar a los poseídos.
La mansión,
envuelta en una penumbra inquietante, fue el escenario del enfrentamiento
final. El padre Alexander, acompañado por los Wilson, se adentró en las
profundidades de la mansión. Las paredes parecían retorcerse, luchando contra
su presencia, mientras las fuerzas oscuras se agitaban en anticipación.
En el
sótano, el epicentro de la oscuridad, el ritual comenzó. El padre Alexander
rezó con fervor, recitando antiguas oraciones de exorcismo. La mansión rugía de
ira, liberando su furia ancestral. Las luces parpadeaban, las voces demoníacas
se entrelazaban y los objetos volaban en un frenesí infernal.
La batalla
fue épica, con cada intento del sacerdote de expulsar a la sombra inextinguible
encontrando una resistencia feroz. Sarah, consumida por la posesión, luchaba
por liberarse de las ataduras demoníacas. La oscuridad se aferraba a ella con
garras invisibles, amenazando con arrastrarla a un abismo sin retorno.
En un
último acto de valentía y sacrificio, Elizabeth, la madre, se ofreció como un
escudo humano entre la sombra y Sarah. Su amor inquebrantable y su voluntad de
proteger a su hija permitieron que el padre Alexander realizará el exorcismo
más poderoso de su carrera.
La habitación se llenó de una luz deslumbrante mientras la sombra inextinguible era expulsada de la
mansión.
Cuando el
resplandor se desvaneció, los Wilson y el sacerdote encontraron a Sarah y a su
madre debilitadas pero libres. La sombra había sido derrotada, y la mansión,
ahora desprovista de su maldición, se sumió en un silencio sepulcral.
La familia Wilson abandonó el lugar, llevando consigo las cicatrices de su traumática experiencia. La sombra inextinguible quedó sellada en las ruinas de la mansión, una advertencia perenne para aquellos que se atrevieran a desafiar los límites del mundo mortal.
Antiburon27
Noches con deudores
La
pobre chica de nombre Erin, que tal vez estaba soñando cuando vio esa mirada
sofocante en la ventana, sí, eso debió haber sido. Solo la imaginación de una
solitaria chica en una casa a solas.
Lenta y
seguramente se levantó de la rechinante silla, casi como si esta quisiera
delatar su pobre acción, se sirvió un vaso de agua y rápidamente subió a su
cuarto, sin antes cerrar todas las puertas de su casa.
Justamente
esto le sucedía cuando estaba sola en su casa, la pobre alma nunca antes había
tenido alguna experiencia en particular así.
Suspiró,
agarró el mango de su puerta y juro haber visto algo en el rabillo del ojo
antes de abrir la puerta, su respiración se entrecorto y con angustia agarró lo
que sea que tenía al alcance, una lampara siendo su mejor opción de momento,
agarro su celular y a penurias llamo a la policía.
—¿Aló?
Su respiración se tranquilizaba a la par que hablaba en el
teléfono, se sentía bien tener a alguien de testigo si es que algo realmente
pasaba. Soltó un suspiro retenido.
—Lamento llamar a estas horas, p-pero quería informar de una
persona desconocida en mi casa.
Bajó su voz a un nivel al cual la persona en línea podía
escuchar, aunque, al mismo tiempo un nivel en quien sea o lo que sea que había
afuera no pudiera escuchar.
La conversación no duro mucho cuando le informaron que unos
policías llegarían en 5 a 10 minutos.
—Le recomiendo que se quede en un lugar escondida o salga de
la casa si es posible.
Pero
sabía en algún lugar de su mente que en cualquier momento alguien tocaría esa
puerta y bueno adiós.
Corto
la llamada con más preocupaciones sobre su bienestar, las palabras de la
persona no la calmaron para nada.
Tomó
esa lampara y se sostuvo a ella, decidió tomar el escondite en el armario.
El
estruendoso sonido del viento contra la ventana la exaltaba más, el olor a
desconocimiento y el incesante chirrido del piso ante cada movimiento no
ayudaban tampoco. Las náuseas finalmente la alcanzaron y se tiro al suelo a llorar
sin ninguna idea de que hacer.
El
sonido del piso finalmente ceso bajo los pequeños respiros de miedo que daba,
solo para que estos tocaran en su puerta.
Abriéndose
completamente ante una fuerza inhumana junto a el sonido sordo que producía el
movimiento del cuchillo de carnicero que traía el atacante.
La incertidumbre no paró, el señor con una
dudosa sanidad mental empezó a soltar una risa tal como esos payasos que te
perturban desde temprana edad, solo que esta vez estaba en la misma habitación
y no había seguridad que realmente viviría para contarlo.
—¿Increíble, no crees estar
un poco mayor para jugar a las escondidas?
Retuvo su respiración, la
policía debía estar viniendo, ¿no?
¿No?
Tenía la pequeña luz de
esperanza de que sí. Esa luz se fue tan rápido como vino cuando mirando arriba
de su cabeza, lo vio mirándola de frente con esa horrible cara.
Su capacidad de movimiento
simplemente se congeló en ese instante, como un mal chiste sin un cierre.
El olor era inimaginable,
había una increíble escena cuando finalmente luego de media hora la policía
llego.
Otra vez la incompetencia
policial gano.
¿Pero sin cuerpo, realmente
hay crimen?
PALOMAS
EL
HUESPED
1996, la noche se
tornaba brumosa; el suspiro del viento se sentía cerca, una sensación de
desespero recorría el lugar, los niños no sabían que hacer; las sombras
retomaban vida se acercaban mas y mas y en su último suspiro hurtaron sus
ánimas.
Lima 1990 hotel El
Comercio se hospeda Trevor un filólogo y compositor, llego recientemente por la
muerte de su hermano un empresario de nombre José. Él se prepara para recibir a
sus conocidos ya que nos los considera amigos, recorriendo las calles de Lima
se encuentra con un primo el cual es un oficial, quien tiempo atras le dio la
carta en la que cuenta que su hermano murió, continuaron con su conversación de
su ya fallecido hermano y su causa de muerte, parece haberse suicidado algo que
para Trevor fue algo trivial ,siempre creyó que eso ocurriría dado al trato de
su padre que nunca fuel el mejor y José siempre era quien cargaba la culpa por
ser el hermano mayor. Dong… sonó la campana Trevor volvió al hotel, sus
invitados llegaron, Clara interés amoroso de José y abogada, Ernesto biólogo,
Stan escritor y mano derecha del ministro de justicia todos empezaron a dar sus
pésames por José.
El hotel era algo viejo
pero acogedor todo el mundo estaba charlando y pasándosela bien de repente
empezó a llover, ya que el lugar era grande y había varias habitaciones
decidieron quedarse , a Trevor le pareció bien en fin se regresaría a España
para continuar con sus trabajos, minutos antes de que todos se vayan a dormir
se fue la luz. Aaahhhhh , y un trueno ilumina la habitación es Trevor
acuchillado en el suelo los demás que estaban en sus habitaciones al oír el
grito de Trevor corrieron a la sala , el estaba muerto al no haber luz buscan
linternas, una vez reunidos se reparten las linternas mientras examinan su
cuerpo quedan anonadados regresa la luz
de una manera tan brusca que explota uno de las bombillas guardan las linternas
Clara va por el teléfono para pedir ayuda pero no hay línea -toc toc- suena la
puerta Stan sale al llamado. Clara regresa con los demás Ernesto pregunta por
Stan, entran por la puerta 5 personas con Stan amenazado por un arma son
terrorista contra las leyes de Fujimori presidente de entonces y lo desoyen frente
a ellos, Clara sale corriendo Y Ernesto también el jefe de la pandilla dice – Que empiece la casería- algo que aún
no se había dicho es que Trevor había contratado sicarios a terminar con sus
invitados sabia que todos ellos tuvieron algo que ver con la muerte de su
hermano pero él ya estaba en el suelo dos fueron por Ernesto y otros par por
Carla, el primo de Trevor llego al lugar ya que seguía el del líder de terrorista y lo elimina
mientras eso ocurría los dos primeros que fueron por Ernesto lo agarran lo
golpean en el estómago uno de ellos saca un machete y lo abren mientras Ernesto
grita por piedad termina de fallecer.
Carla es acorralada la
agarran de los pelos, pero ella saca la linterna se la tira al candelabro de la
habitación, ya que estaba vieja se suelta cae sobre uno de ellos el otro la
sigue asta la cocina y es apuñalado por el primo de Trevor mientras solloza
agradecida se vuelve a ir la luz. Clara intenta salir del hotel, pero termina
por ser asesinada el oficial gasta todas sus últimas balas contra el asesino ya
solo le quedaba uno se empiezan a perseguir los disparos se escuchan
fuertemente le dan en la pierna el asesino confiado va por él se dan golpes tan
fuertes hasta romper la puerta con el cuerpo con el cuerpo del otro el oficial
dado como ganador suena un trueno que ilumina la habitación de Trevor donde se
ve que fue planeado desde un principio. Eric primo de Trevor y José, procede a
revisar el cuerpo de su primo y al darse media vuelta Trevor levanta y lo
acuchilla fuertemente en el vientre el siempre estuvo vivo en el suelo
observando como morían cada uno de sus invitados y le dice -Tú no eras parte
del plan lo siento-.
…..Mi nombre es Trevor soy un filólogo con un oscuro secreto desde que asesiné a mi primo sentí un instinto de poder y me he vuelto adicto a ello y mi lugar favorito se ha vuelto hogares de familias de escasos recursos, soy como un huésped no deseado mis últimas víctimas fueron unos niños, pero no me arrepiento de nada.
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